Aquiles el hombre - Disparen al fotógrafo
18.04.17


Desplazarse a las cuatro de la tarde de un absurdamente caluroso mes de abril a un céntrico teatro de Madrid es, cuando menos, incómodo. Hacerlo por amor al arte, es decir, sabiendo que no vas a sacar ningún rédito de tu trabajo es quijotesco.

Pero el amor a la escena supera estos inconvenientes y a las cuatro menos cuarto estaba yo ayer en la puerta del Bellas Artes para tomar fotos de la obra “Aquiles, el hombre” y publicar una nota en Escena Madrid, con la generosa intención de conseguir público para el teatro en general y, más concretamente en esta ocasión para la obra que comento.

A las cuatro en punto -Nico García, el jefe de prensa que nos había convocado, es bastante serio y por tanto puntual- bajamos a la sala y nos preparamos para hacer nuestro trabajo. A mi lado mi colega y amigo Joaquín.

En ese momento se acerca un individuo, luego pude saber que era José Pascual, director de la obra, y con una sonrisa nos espeta, gratuitamente y sin venir a cuento, que en su opinión los fotógrafos no aportamos nada al teatro, que sobramos. Yo le recomendaría que leyera el artículo “La paradoja del frutero loco” .


Sobre la obra

Salvo en algunas ocasiones, en la que la gran calidad del producto me impresiona, no escribo nunca mi opinión sobre las obras que fotografío en pases gráficos y en esta ocasión voy a seguir obrando así. Además, dados los antecedentes, mi opinión podría considerarse "influida".

Sinopsis

Son ya nueve años los que el ejército aqueo lleva asaltando sin éxito las murallas de Troya. Nueve años desde que una alianza de los pueblos griegos se pusiera en marcha para vengar la afrenta del rapto de Helena, esposa de Menelao, a la que el troyano Paris custodia tras los muros de Ilión. Pero Troya se muestra inexpugnable y el desaliento y la discordia hacen su aparición en el campamento aqueo. Todos los ojos se vuelven hacia Aquiles, el más poderoso de los guerreros griegos, el héroe semidivino del que se espera una intervención decisiva que haga cambiar el curso de la batalla. Pero Aquiles, hastiado de la guerra, se pregunta si merece la pena cumplir su destino.

Así comienza Aquiles, versión dramatizada de los hechos fundamentales narrados en la Ilíada, el más antiguo de los poemas épicos de la literatura occidental. Los Dioses son aquí presencias lejanas y la sangre y la batalla un telón de fondo sobre el que asistiremos al despliegue de la conciencia del héroe. Veremos como el caudillo griego Agamenón humilla a Aquiles al arrebatarle a Briseida, su esclava favorita, y cómo Aquiles renuncia a la lucha, dejando a sus compañeros a los pies de una derrota segura ante las fuerzas troyanas. Cuando su íntimo Patroclo sea asesinado por Héctor, el caudillo troyano, Aquiles volverá a tomar las armas para enfrentarse en duelo a Héctor. Del dolor por la muerte de su amigo surge un Aquiles vengativo y cruel, que sólo busca la muerte de Héctor y la profanación de su cadáver. Pero cuando Príamo, el padre de Héctor, se presenta ante él y le pide que le entregue el cadáver de su hijo para darle sepultura, Aquiles encuentra el rastro de compasión que necesita. Surge entonces un Aquiles humano, capaz de entender a su enemigo y aceptarse a sí mismo.

Este es el trayecto que propone Aquiles: de la rueda de violencia y venganza que sólo genera más violencia, a la aparición de la compasión que funda un espacio de entendimiento.

José Pascual




REPARTO
Toni Cantó
Ruth Díaz
Pepe Ocio
Philip Rogers
David Tortosa
Rubén Sanz
Óscar Hernández
Miguel Hermoso
Lourdes Verger
Octavi Pujades




Emilio Tenorio
Fotos: www.emiliotenorio.com

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