FRINGE - Amor fati - Théâtre du Balèti |
19.07.14 “Il faut bien que quelqu’un y soit pour quelque chose” Hace falta que alguien esté para lo que sea. Amor fati Teatro físico, danza, canto, performance… , todo ello excelentemente ejecutado, se juntan en esta obra para hacerla indefinible. Un peculiar recorrido histórico envuelto en una estética sucia que poco a poco va atrapando a todos los intérpretes. La compañía, francesa, nace en 2011 bajo el impulso de Maxime Franzetti, a partir de un proyecto comunitario iniciado en 2009. La vida comunitaria hace que el principio por el que se rigen estos actores sea el de la humildad y de ello resulta la falta de posesión, los actores no son dueños de sus papeles y no hay “estrellas” en el grupo. Todos se implican en las labores de diseño. He tenido el privilegio de ver su trabajo previo, distribuyendo el mantillo que cubre todo el suelo del escenario, colocando el atrezzo, resolviendo problemas como el que hoy, el fallo de un estrobo, ha provocado un retraso de quince minutos en el comienzo de la obra… y realmente forman un gran equipo. Muy unido. Hacer un teatro “popular” de calidad en el que se plantean preguntas al espectador, sin dar las respuestas, es el planteamiento de la compañía. Desean devolver al teatro todas sus dimensiones sin reducirlo al de mera herramienta de la literatura. El texto es sólo un elemento, ni más débil ni más fuerte que otros: los maquillajes, los trajes, las luces, el decorado y los actores. Dirigir a gente, caras, cuerpos, palabras, y la música... Respecto a la estética, la compañía busca una liberación de una imagen fija, dejando libertad a la creación. Sorprende ver la sede de la compañía. Un antiguo taller textil de unos 200 metros cuadrados con unas cuarenta localidades. Debe registrar llenos constantes. La obra ha obtenido el premio Jóvenes Talentos del Ayuntamiento de París. Este año el FRINGE está consiguiendo sorprenderme con su gran calidad. Tendría muchas dudas para decir cual es, en mi opinión, la mejor obra que visto hasta ahora. Sinopsis Cruzaremos una sucesión de fragmentos de la historia, desde la caída de cristianismo hasta la liberación dionisiaca, la mayor parte con ironía; trataremos las temáticas preferidas de Nietzsche: la religión, la moral, el estado, el poder, el instinto, las pasiones, el amor, la crueldad, el matrimonio… El amor fati es una feliz aceptación que quiere lo que es, también lo que en la vida es doloroso, como el sufrimiento, la muerte. El amor fati se opone a todos los consuelos, y particularmente al consuelo religioso que consiste en esperar una mejor vida después de la muerte. Nietzsche llama a Sagen, es decir, a decir que “SI”. Un consentimiento a la vida como entera, como tal, tal y como la felicidad. Hay que amar tu destino, lo que llamamos en latin el Amor fati. Textos: Friedrich Nietzsche, Charles Pennequin, W. Shakespeare, Maxime Franzetti, Charles Meillat, Maya Outmizguine, Moïra Dalant, Marion Guilloux Puesta en escena, escenografía e iluminación: Maxime Franzetti Intérpretes: Camille Voyenne, Charles Meillat, Clémence Boucon, Dylan Ferreux, Florence Colbeau-Justin, Marion Guilloux Martin Jaspar, Maxime Franzetti, Maya Outmizguine, Moïra Dalant, Yann Slama, Joaquim Pavy Regidor: Nicolas Pigounides y Gaëtan Thierry Música: Aurélien Meunier, Baptiste Ioos, Camille Toupet, Florent Grenard Judith Amaouche, Yann Lefrant Vestuario: Théâtre du Balèti y Vanessa Doger |
Emilio Tenorio Fotos: www.emiliotenorio.com |
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